De Madrid a Hong Kong con escala en Yinchuan

Abraham en las instalaciones del Kitchee.

La Chinese League Two, tercera y última división del fútbol chino profesional, es la categoría más desconocida del fútbol chino y que analizaremos a continuación gracias a Abraham García, quien entrenó al Yinchuan Helanshan en esa misma categoría. Además analizaremos en términos futbolísticos la relación y comparativa entre China y Hong Kong gracias a la experiencia del técnico madrileño como primer entrenador del todopoderoso Kitchee hongkonés.

Abraham con el Atlético.

Abraham García Aliaga, nacido el 11/01/1974 en Madrid, es un entrenador con una larga y conocida trayectoria en el fútbol español. Destaca en su trayectoria el enorme trabajo que realizó en las canteras del Atlético y el Real Madrid dando salida profesional a un gran número de jugadores, entre los que se encuentra Fernando Torres quien se acuerda de Abraham siempre que habla de sus inicios. Posteriormente, nuestro invitado entrenó al Montañeros, Estepona y Toledo antes de aventurarse en su etapa china al frente del Yinchuan Helanshan y más tarde en Hong Kong al mando del Kitchee.

A continuación os mostramos lo que nos contó Abraham sobre sus experiencias en el gigante asiático.

Después de una gran trayectoria y reputación en España como técnico, ¿cómo te surge la posibilidad de fichar por el Yinchuan Helanshan y cómo conviviste con los grandes cambios culturales a tu llegada a China?

La oportunidad surge a través de Pedro Granero de la agencia de representación Best of You, hermano del jugador del Real Madrid entre otros, Esteban Granero, que vive en China desde hace mucho tiempo y que me comentó un proyecto futbolístico ambicioso de profesionalización y crecimiento, en una ciudad en el norte del país, del que él formaba parte.

Si bien es cierto que los cambios culturales son muy fuertes, a mi la ciudad donde vivía me cautivó desde el principio ya que se trata de una ciudad pequeña para lo que es China pero sobre todo muy limpia en cuanto a polución, nada caótica y el trato de la gente allí fue exquisito. En los primeros meses debido al frío estuvimos en ciudades más al sur de China como Beihai y Kuinming, por lo que prácticamente hasta el mes de marzo no me asenté en mi ciudad. Mi llegada fue en noviembre, luego en el mes de abril vino mi familia y fue una experiencia intensa e interesante. Sinceramente es un país y una cultura que me ha cautivado.

Abraham durante una rueda de prensa con el Toledo.

El Yinchuan Helanshan militaba en la tercera división del fútbol chino ¿cómo viste el nivel de la Chinese League Two y cuál sería la comparación en cuanto a su nivel en España?

Esa pregunta me la hace mucha gente y hasta uno mismo se la hace a menudo. Es muy difícil comparar porque los elementos son muy diferentes, el jugador chino es bueno técnicamente y físicamente por la gran cantidad de entrenamientos a los que son sometidos desde que son pequeños, hasta triples sesiones llegan a realizar en edades muy tempranas. La especialización es muy temprana y se olvidan de otras etapas importantes de desarrollo y descubrimiento, eso les da un bagaje físico y técnico alto mientras que a nivel táctico es donde tienen que mejorar. Por otra parte, la diferencia cultural hace que estén muy retrasados en aspectos profesionales vinculados con el rendimiento, por ejemplo la alimentación.

El hecho de entrenar tanto y de una forma muy clásica, quizás como en Europa hace muchos años, provoca también que las intensidades de las tareas no puedan ser altas. Para poner un ejemplo, siempre se encuentran en modo diésel, sin grandes picos de intensidad. No podemos olvidar que el fútbol es un deporte donde la capacidad de acumular esfuerzos es muy importante y por esta razón en los finales de partidos también les cuesta mantener un ritmo alto.

Resumiendo, el nivel es más que aceptable y por buscar una comparación en el fútbol español, se asemejaría al nivel de Tercera División o a la parte baja de  Segunda B.

Abraham entre aficionados del Yinchuan Helanshan.

Terminada tu etapa en el Yinchuan Helanshan, ¿cómo valoras esta experiencia y verías posible en un futuro tu vuelta al fútbol chino?

Valoro esta experiencia de forma muy positiva ya que conocí gente estupenda, el trato fue increíble y la ciudad maravillosa. En cuanto al fútbol chino, hay un gran camino que recorrer y se deben de seguir unas pautas de profesionalidad para que los proyectos tengan continuidad y se sostengan en el tiempo pero por supuesto que me plantearía volver, creo que supe entender el proyecto bastante bien que es de lo que se trata cuando uno se va fuera.

Dejas el Yinchuan Helanshan para fichar por el todopoderoso Kitchee de Hong Kong, ¿fue muy grande el salto de la tercera división del fútbol chino a la primera división de Hong Kong y cómo valoras el nivel futbolístico en Hong Kong comparado con el de China?

La gran diferencia que existía era sobre todo a nivel organizativo y de profesionalidad en lo que rodea al equipo, el Kitchee tiene una estructura más profesional, pero al final es fútbol. El Kitchee es un equipo consolidado en los últimos años y ha conseguido títulos, buscando un reconocimiento a nivel asiático.

El nivel futbolístico de Hong Kong y China es muy dispar. Eso significa que Hong Kong debería de llevar a cabo un desarrollo del fútbol base mucho más definido, el Kitchee lo intenta al igual que otros clubes nacionales pero China por su dimensión les saca mucha ventaja y mucho más ahora con el empujón de los nuevos programas de fútbol en las escuelas que ha promovido el gobierno a través de su presidente.

Dicho esto, en China el reglamento es más cerrado y se permiten menos extranjeros. Para hacerse una idea,  los jugadores nacionalizados con pasaporte hongkonés que han venido de África o Brasil como es el caso de Kilama, Festus, Itaparica o Paulo juegan todos ellos en la segunda división de China y en la liga de Hong Kong eran los mejores. Si atendemos a los jugadores locales, los chinos que han venido a Hong Kong y a los dos años han adquirido el pasaporte marcan la diferencia. Por ello se puede concluir que el jugador de primer nivel en China tiene más nivel que el jugador local de Hong Kong.

Abraham durante un entrenamiento con el Kitchee.

En tu etapa al frente del Kitchee pudiste vivir los dos tensos enfrentamientos entre China y Hong Kong de la fase de clasificación para Rusia 2018, ¿cómo se vivieron estos partidos en Hong Kong y qué opinas sobre la política de nacionalización de jugadores extranjeros que está llevando a cabo Hong Kong frente a la política de China de mandar a jóvenes promesas a entrenarse al extranjero?

Uno de los dos partidos lo pude ver en directo y para Hong Kong fue un auténtico hito, el otro lo vi por televisión. Ambos partidos fueron similares, ocasiones para China que no se materializaron y un Hong Kong orgulloso que aguantó heroicamente. Para la gente fue muy importante, para todos es conocida la situación entre ambos países en lo que se refiere a nivel político-social, para hacerse una idea, la gente salía llorando del estadio de la emoción.

Hong Kong debe cuidar su cantera y apostar por los jugadores nacionales jóvenes ya que a los 7 años un jugador extranjero puede adquirir la nacionalidad de Hong Kong y luego jugar hasta una edad muy avanzada porque el nivel es superior al del jugador local. Este año es el último en el que los jugadores con pasaporte de Hong Kong computan como locales en las plantillas de los equipos chinos por lo que hubo una espantada grande, no podemos obviar que en China se pagan unas fichas más altas.

Cierto es que algunos jugadores chinos han probado fuera del gigante asiático con experiencias muy difíciles, la barrera del idioma es muy complicada, hasta para jugadores top como los que se fueron al Rayo Vallecano o al Wolfsburgo alemán. Los programas de ahora como el Proyecto Wanda y demás están ayudando a que esos jugadores de proyección puedan volver a China con más nivel para incrementar el nivel de las selecciones chinas o incluso para, porque no, poder emigrar a una de las grandes ligas. Todo tiene un tiempo de cocción y poco a poco se irán consiguiendo metas como la de este año, que jugadores de buen nivel e internacionales estén yendo a China a jugar en su liga.

A partir de ahí, ambos países tienen que trabajar con la base de la pirámide sabiendo que la diferencia entre Hong Kong y China es enorme en extensión, número de habitantes, facilidades o recursos, por ello no se debe ni se puede comparar, lo que da más valor a lo conseguido por Hong Kong en esos dos empates.

Abraham en el banquillo del Kitchee junto al “chino” Losada y otro de sus asistentes.

Y por último, ¿cómo ves tú el futuro del fútbol chino ante las grandes expectativas que se están creando?

Los chinos con sus programas de fútbol están intentando inculcarlo en las escuelas, que es el primer paso. La gran cantidad de entrenadores extranjeros y sobretodo españoles que están llegando a China ayudarán al crecimiento del fútbol en la base aunque también se necesita formar a los entrenadores locales, algo no muy sencillo por la barrera del idioma, pero lo más importante es que ellos quieren formarse y aprender de los técnicos extranjeros. Por su parte, deberán abrir los brazos a la gente de fuera y permitirles operar en cuanto a los métodos de trabajo se refiere, eso sí, sabiendo que no se puede cambiar su cultura milenaria de un día para otro. La televisión debe ayudar y creo que este año lo hará, los clubes tienen que permanecer en las ciudades para crear arraigo, y deben de una forma ya definitiva desaparecer los amaños y problemas en las apuestas.

Con todo eso y el potencial que tienen China, irá creciendo y ofreciendo un mercado maravilloso y unos contrastes culturales apasionantes. No sé si, como dice su presidente, para ganar un Mundial pero cada vez irán a más, algo similar al desarrollo de USA hace unos años y su evolución está siendo muy buena. Querer es poder, y si te rodeas de gente que te puede aportar cosas con las buenas que tu ya tienes el resultado puede ser fantástico.