En un país de 1.400.000.000 habitantes aproximadamente y en el que su economía es una de las economías más importantes del mundo, el deporte no podía ser menos. La evolución del deporte chino llegó al “culmen” en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 donde China fue el primer país en el medallero olímpico, desde ese momento, China siguió con su imparable crecimiento.
Evolución y crecimiento del fútbol chino.
En la parcela relacionada con el fútbol, la evolución no llevó ese meteórico camino que llevaron el resto de deportes, a pesar de la gran afición por el fútbol del presidente de la RP China, Xi Jinping, este deporte pasó por una serie de altibajos provocados por los escándalos de corrupción que dificultaron su desarrollo. Actualmente tras la condena de estos actos y la estabilización de la Asociación China de Fútbol (CFA) y sus competiciones, comenzó una nueva etapa caracterizada por la inversión tanto en el fútbol local con la construcción de residencias y demás infraestructuras como en el extranjero con los fichajes de jugadores y entrenadores de primer nivel.
El punto más débil, la selección nacional.
Con el crecimiento del nivel de esta competición reflejado en el título asiático conseguido en 2013 por uno de los mejores equipos de la liga, el Guangzhou Evergrande, el fútbol chino sigue teniendo un punto débil, la selección nacional. Para hacer una selección nacional fuerte que compita por el título de la Copa de Asia y opte a clasificarse para el Mundial fueron elegidos varios técnicos de primer nivel pero la CFA sigue en busca del entrenador que dé con la tecla y despierte al gigante asiático.
Conclusión.
Con esta combinación de una competición doméstica de nivel, con jugadores de fama mundial y un plan de desarrollo para los jugadores jóvenes, unida a la apuesta por la selección nacional con técnicos de experiencia internacional, China está llamada a ser una de las grandes potencias en el fútbol mundial.